Alicia de la Torre Domínguez nació un 29 de diciembre de 1929, en el barrio de la Mama Cuchara en Quito. Fue hija del próspero comerciante Víctor H. de la Torre y Angelita Domínguez. Alicia cursó sus estudios en el Colegio de los Sagrados Corazones y luego en La Providencia en Quito. Se conoció con Walter Pitarque en un vuelo regresando de Boston a Quito, y contrajeron matrimonio en abril de 1954. Inmediatamente después de su matrimonio, fueron a vivir a Santiago de Chile, donde su flamante esposo había obtenido una beca de Naciones Unidas para estudiar desarrollo económico en la sede de la Comisión Económica para América Latina. Retornaron a vivir en Ecuador, y luego hizo su residencia por muchos años en Estados Unidos y Colombia, donde criaron a sus seis hijos: José Andrés, Juan Carlos, Luis Felipe, María Cristina, María Alicia y Patricia. Pasaban vacaciones en Ecuador, y, al jubilarse su esposo, regresaron en forma definitiva en 1986. Mujer de singular belleza y elegancia, Alicia centró su vida en instruir y educar a sus seis hijos. Fueron la obra más importante de su vida. Fue una persona de fácil amistad, quien se caracterizó por conocer y llevarse con todos. Siempre fue el eje que unía a todos los miembros de la extensa familia de la Torre. Y cuando vivió en la ciudad de Washington en Estados Unidos, era la madrina de las nuevas ecuatorianas que iban llegando, y quien adoptaba a las amigas latinoamericanas para indicarles a qué médicos podían visitar. De fácil sonrisa y amiguera como ninguna. Alicia fue una abuela ejemplar, que gozó de sus 14 nietos. Su mayor alegría era tener cerca a cualquiera de sus 14 nietos. Alicia partió a la presencia del Señor en la tarde del sábado, 16 de diciembre, dejando un legado a sus hijos, familia y amistades, de amor, unión y paciencia.